La carrera de la mujer ya es una cita
obligada en el calendario jabato.
Quedamos pronto para hacernos unas
fotos estupendas y calentar. El ambiente de fiesta es contagioso y
hay muchas ganas de correr.
Como ya vamos siendo un poco veteranas
en esto de las carreras, sabemos que es bueno ponerse por delante y
salir fuerte. Y eso hacemos. Eva y yo salimos pegadas al grupo de
cabeza, y volamos por el Coso,
cuesta abajo. Enseguida cogemos un
ritmo cómodo (y fuerte) y vamos sumando metros, zancada a zancada.
La recta del paseo de Echegaray no se hace tan dura como habíamos
pensado. El cruce con el puente de Hierro es el punto con más
animación del recorrido y se agradecen los ánimos de jabatos,
familiares, conocidos del barrio o del cole. Luego seguimos sin
perder el ritmo por la margen izquierda, el paseo Longares y vuelta a
cruzar el río. Ya solo queda un empujón más. En la calle Mayor
aprieto un poco y entro muy contenta y satisfecha en la plaza del
Pilar.
Además, es una mañana de trofeos.
Eva
y yo quedamos primeras en la categoría de amigas. Y Elisa y Marisa
rozan el podio. El mejor trofeo es vuestra amistad, las risas
compartidas, las fotos posando como jabatas glamurosas que también
somos,
los nervios antes de la salida, el esfuerzo de cada una, el
chocolate con porras de después,
los jabatos que siempre nos animan
y acompañan. Y a pensar en la próxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario