Comienza la temporada jabata 2015/16

martes, 19 de mayo de 2015

Mi Epic Run ...............(segun elisa)

Otro domingo de carrera
Domingo, 6:30 de la mañana. Suena el despertador y me levanto exultante. Otro domingo de carrera. Hoy toca la Epic Run. No importa cual, lo que importa es correr; con los jabatos por supuesto.
A mi jabatilla Vero y a mí, nos pasan a buscar Noa, Eva y Miguel. En el coche charla, sonrisas, cariño. Empieza bien el día. Ya pasada Huesca nos encontramos con Emilio y con Sergio, Marisa y Álvaro. Directos a Monzón donde nos reunimos con Ana y su familia.
Cogemos las camisetas....


..... y nos convertimos en caballeros templarios. 


¡Y hala; calentando que es gerundio!

Nos colocamos en la salida y empieza el espectáculo. ¡Aquí llegan los caballeros templarios con sus espadas! Uno de ellos a caballo se coloca delante nuestro, y cual William Wallace gritando por la libertad, con su discurso exalta a la multitud: "¡La conquista es nuestra! ¡Valientes caballeros, luchad o morid! ¡Arrodillaos para rogar a Dios por la victoria!".
Allí estamos todos de rodillas. ¡Qué espectáculo! ¡Cómo estoy disfrutando! Miro a Marisa y a Sergio y nos reímos (qué bien lo vamos a pasar). Levanto la cabeza para ver a Emilio y a Eva, que me mira con sonrisa cómplice (esto pinta bien).
Por fin la salida, CON EL MACHETE EN LA BOCA. Estos templarios cómo se las gastan. Nada más empezar cruzamos el río dos veces, la primera el agua sólo llega por los tobillos, pero la segunda hasta la cintura. Seguimos por la ribera.... ¡y veo a los primeros que van corriendo por el interior del río! -Mira Marisa, van por el río -le digo-. Bueno, ya estamos mojados así que de perdidos al río (y nunca mejor dicho). Allá vamos, y qué duro se hace correr dentro del agua; la piernas pesan, pero estoy disfrutando como una niña.

Salimos del agua y a escalar un muro. ¡Me encanta! Y así seguimos sorteando obstáculos durante 10 kilómetros. Ruedas, cuerdas, subidas, bajadas, pacas de paja, contenedores con agua (qué fresquita está, y qué bien sienta con el calor que hace).
-¡Ya llegamos chicos, mirad el castillo!-. Pero en la subida nos espera una sorpresa; un saco de cuatro kilos que tenemos que subir cada uno.
Un último esfuerzo...., y ya está. Nos cogemos de la mano Sergio, Marisa y yo para entrar en meta bajo las espadas templarias, y nos acompañan nuestros jabatillos, que han estado al cuidado de Miguel durante toda la carrera.


 Muchas gracias Miguel por cuidar tan bien de mi niña. Ella y su hermano son mi mayor tesoro.
La carrera impresionante. Durilla pero divertidísima, muy recomendable. Ahora toca disfrutar del zumo, los alberges, la longaniza, la cerveza que nos han preparado y 
 el pic-nic jabato que es la guinda del pastel. 


Y por supuesto del tercer puesto de Eva que se lo merece, no sólo por ser una gran deportista, sino una gran madre, persona y amiga. Como todas las jabatas. Porque mis chicas jabatas son las mejores. Porque pisan fuerte. Porque Paula, Marta, Marisa, Eva, Vanesa, Sonia, Pili, Blanca..., todas son un ejemplo de esfuerzo, de maternidad, de deportividad, de generosidad, de alegría de vivir, de conseguir todo lo que se proponen, por muy difícil que sea.
Es un privilegio haber nacido mujer para compartir vuestra amistad, para compartir entrenamientos y carreras, confidencias en los vestuarios, para gritar bien alto cuando llegamos a meta: "¡Sí, somos mujeres, y aquí estamos!".
Elisa.

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